Publicado en confabulados
Decía Cortázar que si la novela —construcción
sofisticada y de largo aliento— gana por puntos, el cuento gana por knock-out.
"Un buen cuento es incisivo, mordiente, sin cuartel desde las primeras
frases".
Si la contundencia es la clave para los cuentos
en general, lo es más todavía para los microrrelatos. Aquí, una muestra de
estas breves obras maestras del efecto sorpresa:
"Final para un cuento fantástico", de I. A. Ireland
—¡Que extraño! —dijo la muchacha avanzando
cautelosamente—. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un
golpe.
—¡Dios mío! —dijo el hombre—. Me parece que no
tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
—A los dos no. A uno solo —dijo la muchacha.
Pasó a través de la puerta y desapareció.
"Fantasma sensible", de Lieu Yi-King
Un día, cuando se dirigía al excusado, Yuan
Tche-yu fue protagonista de un hecho singular. A su lado surgió un fanatasma
gigantesco, de más de diez pies de altura, de tez negra y ojos inmensos,
vestido con una casaca negra y cubierto con un bonete plano. Sin turbarse de
modo alguno, Yuan Tche-yu conservó su sangre fría.
—La gente suele decir que los fantasmas son feos
—dijo con la mayor indiferencia, dirigiendo una sonrisa a la aparición—. ¡Y
tienen toda la razón!
El fantasma, avergonzado, se eclipsó.
"Escalofriante", de Thomas Bailey Aldrich
Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe
que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Tocan la
puerta.
El relato que sigue pertenece, supuestamente, a
un escritor inglés llamado George
Loring Frost y fue incluido
porJorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo en su famosa antología de narrativa
fantástica. Se sospecha, sin embargo (y no sería nara raro teniendo en cuenta
no solo el gusto por la literatura fantástica, sino también por las bromas
literarias de estos amigos escritores), que el autor real es el propio Borges:
Al caer de la tarde, dos desconocidos se
encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero
escalofrío, uno de ellos dijo:
—Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en
fantasmas?
—Yo no —respondió el otro—. ¿Y usted?
—Yo sí —dijo el primero y desapareció.
martes, 24 de abril de 2012
Solidaria-Ana Milena Puerta
Solidaria
Entoncesinventaré golondrinas
para lucir este sol
que tanto nos duele.
Pero no te hagas ilusiones
que yo no fabrico aves
ni guardo soles;
solamente me duelo contigo
y espero la noche.
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